lunes, 28 de noviembre de 2011








Durante el mes de noviembre, del día 7 al 11, el Proyecto Cultural Comunitario "Soneros del Tesechoacán", a propuesta de la Secretaría de Educación del Estado y la Universidad Veracruzana, realizaron una serie de 8 conciertos didácticos en las escuelas primarias y secundarias de la cabecera municipal y 2 más en las primarias de La Candelaria y Miguel López.

Estas presentaciones llevan no sólo la música a los niños y jóvenes, si no que se aprovecha la ocasión y se les platica de manera amena un poco acerca de la historia del son jarocho, su importancia como música y manera de vida. También se invita a la participación activa mediante el baile, el canto o la ejecución de un instrumento y, por último, se invita a los niños a participar en los talleres gratuitos que permanentemente desarrolla el proyecto en diversas comunidades.

Como proyecto le agradecemos mucho a las escuelas locales, a sus Directores y Maestros el apoyo dado a esta actividad y, sobre todo, los invitamos a que continúen esta labor de acercar a los niños a las manifestaciones de su cultura tradicional local.

viernes, 3 de junio de 2011


Talleres de Radio en Playa Vicente, Ver.


El fin de semana del 15 al 17 de abril se impartió en Playa Vicente el Primer Taller de Creación de Radio Comunitaria y Participativa, el cual fue coordinado por Loreto Bravo y Griselda “La More”, radialistas especializadas en esta actividad. A este primer taller asistieron cerca de 12 personas de distintas partes del municipio que se mostraron interesadas y comprometidas en el conocimiento de la actividad radiofónica. Se impartió en la casa de los Soneros del Tesechoacán, en la calle Hidalgo 538 del barrio de La Florida en esta localidad.

El principal objetivo de este taller fue aprender lo que es una radio en el amplio sentido de su término, no solo como un aparato que trasmite ondas hertzianas, sino que es un importante elemento de cohesión comunal pero que al mismo tiempo puede ser lo contrario, un separador. La importancia de la radio como un medio de comunicación, no solo de información, sino de esta comunicación completa donde uno habla (emite), otro escucha (recepta) y luego se cambian los papeles, el receptor ahora emite y el emisor recepta.

Se aprendió que existen distintos tipos de radios: las comerciales, las comunitarias, las participativas, etc. Las comerciales son las que todos conocemos y son hechas en su mayoría por grandes consorcios informativos que acomodan la información a su conveniencia, y que se mantienen de anuncios comerciales de otras grandes empresas que pueden pagar los anuncios en las radios. Pasan la música que ellos imponen que esté de moda, generalmente porque tuvieron algún convenio con los grupos que las tocan, pero no solo imponen la música, también la forma de hablar.

Los otros tipos de radio que existen son poco conocidos ya que son censuradas por no estar de acuerdo con lo que venden las radios comerciales. Son radios en las que la comunidad participa, no solo oyendo la radio, sino opinando a cerca de lo que pasa y de lo que quiere que pase con la radio y con su comunidad en general. Son radios que no se mantienen de anuncios comerciales de grandes empresas multinacionales, si a caso se pasan comerciales son sobre la tienda de la esquina o de las cosas que se fabrican localmente. Es radio donde pasan distintos géneros musicales y que tiene la función de informar sobre cosas que afecten directamente a la sociedad a la que sirve.

En este taller se hicieron algunos ejercicios, como el de ir por la calles con grabadoras para hacer entrevistas cortas a algunas personas a cerca de lo que opinaban de la creación de una radio comunitaria y sobre las cosas que les gustaría oír. Las respuestas de la gente fueron muy positivas y de las sugerencias que dieron, de los programas o la música que les gustaría escuchar, se hicieron una serie de producciones con las cuales se aprendió a editar programas radiofónicos. Este taller solo fue la primera prueba, falta mucho que aprender y falta mucha gente por sumarse a la creación de una radio para los ciudadanos. Los estaremos invitando.



Texto: Patricia Barradas /Foto: Adrián Luna

viernes, 27 de mayo de 2011

Fandango en San Jerónimo




La luna sale a las 11 de la noche en San Jerónimo, arriba de los sauces del río se asoma como con pena, roja toda ella, y mira sorprendida la tierra polvorienta y el río que agoniza en su cauce, olvidado de la gente. Abajo, sin embargo algo sucede: a medio patio, entre casas de palma y arboles de pioche, muchos se arremolinan alrededor de una tarima y un sonido antiguo brota de las manos jóvenes ¡hay fandango con los Regalado!

Sorprendida recuerda aquellas lejanas noches, de cuando la finca “Almendra” era la reina de la zona y la gente sembraba tabaco en las orillas de la selva, pegaditas al río las parcelas. ¡Era de verse aquello! Gente a caballo entrando al rancho, del rumbo de Oro Verde llegaban al pueblo los músicos, de la Esperanza, de Los Planes y hasta de Playa venían algunos otros. El requinto de Juan “Chiquito” atronaba la noche y las jaranas de los Regalado llenaban de acordes el viento. Los Tadeo de la Gloria habían invitado esa ocasión a su primo “El Negro”, muchacho entonces, que decían era buen cantador y bailador, que había llegado por la tarde a lomo de su caballo.

Eran otros tiempos aquellos, piensa la luna, sin embargo ahí siguen abajo algunos necios, junto con los que quedan de antes. Ahí están Félix y Juanillo todavía, pero ahora ya no está Juan “Chiquito”, ahora son chamacos, chamacos cualquiera, vestidos como se visten ahora, pero tocando y bailando como se tocaba ayer, bajo la severa mirada de sus mayores que desde sus asientos dirigen y cuando es necesario, se levantan y dan ordenes que se obedecen sin preguntar, seguros quienes atienden que el que habla sabe y sabe mucho.

Los de abajo casi no tienen tiempo de ver a la luna, su mirada siempre busca más bien al que tiene enfrente, se hablan en el silencio que impone la música al que la ejecuta y, por no dejar el diálogo, lanzan el verso al viento para ver quién le contesta. Siempre encuentran respuesta. Palabras que se entrecruzan, rasgueos que se acompañan con el pespuntear de la guitarra, piernas y cuerpos que sudan el baile en la calurosa noche, miradas, sobre todo miradas. Miradas de jóvenes que sueñan con la energía que da tener pocos años y miradas de hombres que sueñan con la tranquilidad que da tener muchos años.

La luna transita la noche con un rebaño de estrellas, abajo las cosas bellas pasan muy cerca del pioche, y en medio de aquel derroche de versos encabalgados, vuelan lo sueños alados e inundan el caserío, como cuando crece el río y deja el pueblo anegado. En casa de Regalado vuelve a palpitar la vida, la música es la medida que todos han anotado, es el cantar del tablado o la música de antaño, es el venir cada año para celebrar la alegría de que exista todavía el río donde me baño.

Es la una de la mañana ya, rumbo a la Jimba la luna sigue su camino de estrellas y los gallos le dan serenata. La música para por hoy, descansa un rato de tanto que pesan los recuerdos y se guarda para mañana, los jóvenes –niños algunos todavía- se acuestan a intentar dormir en medio de su misma algarabía. De lejos se oyen sus voces, sus risas, sus cantos. Duerme San jerónimo bañado por la luz de la luna que, aún no lo sabe, volverá mañana a encontrase con su recuerdo a la misma hora que hoy, las 11 de la noche, cuando el huapango nos recuerde que a pesar de todo, seguimos vivos y contentos los jarochos.

jueves, 26 de mayo de 2011

DIALOGOS CON NUESTRA TRADICION




En días pasados estuvimos en San Jerónimo, Veracruz, en el Municipio de José Azueta. Del 18 al 22 de mayo realizamos una convivencia entre dos músicos mayores, Don Félix y Don Juan Regalado Díaz (83 y 81 años, respectivamente) y 35 jóvenes y niños que participan en talleres de aprendizaje de Son en las comunidades de Miguel López, La Candelaria y Playa Vicente, así como con muchachos de los talleres de Mazoco e Isla.

Esta convivencia tuvo como objetivo el acercar a los muchachos a los portadores de nuestra tradición, en este caso los Hermanos Regalado Díaz, para que conozcan de viva voz como, a través del tiempo, hombres sencillos como estos hermanos, han podido conservar para que nosotros la disfrutemos, la música, el verso y lso bailes tradicionales. Además, la idea nos llevaba también a conocer la vida de estos músicos, su infancia de campesinos, los juegos que practicaban de niños, el recuerdo que tiene de sus padres y un largo etcétera de vivencias que, entre divertidas y tristes, nos ayuden a formarnos una idea de lo que realmente es esta cultura.


Durante 4 días y 4 noches, los muchachos convivieron entre ellos y, sobre todo, ayudaron a que la población vea y reconozca el valor que estos hombres tienen para su historia comunal. Fueron días de calor intenso, de polvo en medio de potreros a los que se han talado los árboles para introducir vacas que mueren de hambre buscando sombra y agua, desesperadas. Fueron también días de una intensa relación con la gente del lugar que, amable, nos regalaba agua, plátanos machos o frijoles, para apoyarnos en al comida; fueron días también dónde todas las casas se nos ofrecían para pasar un rato, para bañarnos o, simplemente, para saludar.


Para realizar este encuentro fué invaluable el esfuerzo de Octavio Rebolledo, músico e investigador, que con apoyo de la Universidad Veracruzana organizó y auspició todas las actividades realizadas. Estos talleres son, como dice el título, un Diálogo con nuestra historia como pueblos, a través de las voces de Hombres que la han vivido y la recuredan para compartirla.

Agradecemos mucho a los Hermanos Regalado Díaz y al Pueblo de San Jerónimo, que amablemente nos recibieron, y también a los músicos de otros pueblos que el sábado de fandango, se acercaron a estar con nosotros: Don Higinio Tadeo Balderas "El Negro", Don Quintiliano Durán Bautista "Quinto", Don Macario Alfonso "La Perra", Don Delfino Cook "Tío Delfa" y Víctor García Junco.

sábado, 12 de marzo de 2011

Talleres de Son.

La recuperación de nuestra música tradicional no hubiera sido posible sin la existencia de los Talleres de Son Jarocho, que desde el año de 2002 comienzan a ser impulsados por el Proyecto Cultural Comunitario “Soneros del Tesechoacán”, primero en la comunidad de Miguel López y hoy en día en la Colonia Lealtad de Muñoz y la cabecera municipal.

Estos talleres, que se mezclan con la enseñanza de otras artes –pintura, escritura, y teatro- tienen como objetivo el desarrollar en los niños el gusto no sólo por su tradición, sino también el reconocimiento de otras artes y la conciencia del respeto al medio ambiente.

Una característica más es su carácter gratuito para quienes asisten a ellos, con excepción de los talleres en comunidad dónde se pide una cooperación para traslado de instructores.

Te invitamos a que participes en ellos o mandes a tus hijos, en los siguientes horarios:

Playa Vicente: Martes y Jueves, de 4 a 6 de la tarde –Calle Hidalgo, casi esq. Juan de la Luz Enríquez- Casa de Arturo Barradas.

En Miguel López: Sábados de 4 a 6 de la tarde –Centro Cultural Comunitario “El Mulato”- Calle Rivera del Río.

En Lealtad de Muñoz: Miércoles y Viernes, de 4 a 6 de la tarde. –Kiosko del parque central de la Colonia.

Foto: Andrea Zuin/ Fandango en "EL Mulato", Miguel López, Ver.


Un proyecto que nació de un sueño.


El proyecto de Andrea Zuin El camino de la música –explicó en entrevista– tiene como cinco o seis años. “Es muy curioso lo que me pasó. Estaba haciendo un viaje en Latinoamérica, simplemente un viaje, no de investigación, y tuve un problema de pasaporte, entonces me fui como clandestino a Paraguay. Unos amigos me refugiaron, porque tenía que resolver el problema de papeles, en una estancia en El Chaco, una zona entre Paraguay, Bolivia y Argentina, una jungla muy grande.”

En esa estancia, “había una comunidad de indígenas guaraní. Pasé cinco días ahí y cuando me fui de regreso a la capital de Paraguay, Asunción, dormí en el viaje y soñé que yo grababa a esta tribu guaraní.”

Cuando despertó “aprendí lo que tenía que hacer de grande”. Ahora Andrea Zuin está haciendo lo que soñó: “grabar la música que encuentro en mi viaje.”

Además de ser músico él mismo, es graduado en etnomusicología, pero este trabajo “no es una cosa científica, porque hay mucha gente que lo hace de manera científica, para universidades, para graduarse, para hacer investigación, yo hago un trabajo más cercano al reportaje, al periodismo.”

Lo que al entrevistado le interesa “es conocer a los pueblos a través de su música, porque estoy convencido que la música es un hecho mucho más social que estético. Y yo que soy músico, porque siempre he tocado la guitarra y nací como músico, para mí el código o el diccionario que más entiendo para conocer es la música. Si fuera cocinero me iría por el mundo documentando cómo se hace la comida, para conocer el pueblo que hace la comida, porque los productos salen de la tierra donde está el pueblo, así como la música: La música sale de la tierra, de la mezcla que los que pasaron en un tal lugar, o sea, es la cédula de identidad del pueblo que encuentro en mi viaje.” Por ello está “más interesado en la gente que toca que en la música”.


Ahora Andrea Zuin está en Veracruz para conocer el son jarocho. En Xalapa está haciendo los contactos con músicos. “El sábado viajo por la costa donde nació el son jarocho, me voy por Playa Vicente y por las comunidades que lo tocan diariamente.”

En su espectáculo, sostiene que “la música no es un lenguaje universal. Es muy peligroso decirlo, pero en mi experiencia, he grabado mucha música diferente, incluso en Italia, y me parecía un poco como ser extranjero en mi país. Hablamos de culturas tradicionales, muchas veces atadas a territorios muy pequeños, con una historia, un dialecto, una costumbre, una comida, muchas cosas muy particulares y de un valor muy grande, que yo no conozco. Si yo no conozco este valor e historia, no puedo comprender este lenguaje.”
Puede ocurrir que no nos guste una música que para la gente es la expresión más grande de su cultura. “La música no siempre es un lenguaje universal. Nosotros estamos acostumbrados a un tipo de música, occidental, o lo que pasa por todo el mundo, podemos hablar de universales, de la música clásica, de Beethoven, pero no es así: es mucho más profundo el sentido de universal.”
Para el entrevistado, “lo que es universal es el milagro que la música crea”.


Foto: Andrea Zuin/ Músico italiano, que recientemente nos visitó.

Fragmento de entrevista tomado de:

http://zapateando2.wordpress.com/2011/02/16/conocer-a-los-pueblos-a-traves-de-su-musica-el-camino-de-la-musica/


La Bamba, a scuola con Los Soneros de Tesechoacán www.elcaminodelamusica...